Un cultivo es un método para la multiplicación de microorganismos, en el que se prepara un medio óptimo para favorecer el proceso deseado. Un cultivo es empleado como un método fundamental para el estudio de las bacterias y otros microorganismos que causan enfermedades en medicina.
Un microorganismo se puede sembrar en un medio líquido o en la superficie de un medio sólido de agar. Los medios de cultivo contienen distintos nutrientes que van, desde azúcares simples hasta sustancias complejas como la sangre o el extracto de caldo de carne. Para aislar o purificar una especie
bacteriana a partir de una muestra formada por muchos tipos de
bacterias, se siembra en un medio de cultivo sólido donde las células
que se multiplican no cambian de localización; tras muchos ciclos
reproductivos, cada bacteria individual genera por escisión binaria una
colonia macroscópica compuesta por decenas de millones de células
similares a la original. Si esta colonia individual se siembra a su vez
en un nuevo medio crecerá como cultivo puro de un solo tipo de bacteria.
Muchas especies bacterianas son tan parecidas morfológicamente que es imposible diferenciarlas sólo con el uso del microscopio. En este caso, para identificar cada tipo de bacteria, se estudian sus características bioquímicas sembrándolas en medios de cultivo
especiales. Así, algunos medios contienen un producto que inhibe el
crecimiento de la mayoría de las especies bacterianas, pero no la de la especie a estudiar. Otras veces, el medio de cultivo contiene determinados
azúcares especiales que sólo pueden utilizar algunas bacterias.
Con otros medios de cultivo se puede identificar si las bacterias producen determinadas enzimas que digieren los nutrientes. Así, algunas bacterias con enzimas hemolíticas (capaces de romper los glóbulos rojos) producen hidrólisis y cambios apreciables prosaicamente en las placas de agar-sangre.
Los diferentes medios y técnicas de cultivo son esenciales en un laboratorio de microbiología de un hospital, pues sirven para identificar las bacterias causantes de las enfermedades infecciosas y los antibióticos a los que son sensibles esas bacterias. Los cultivos suelen usarse en medicina para determinar la presencia de agentes patógenos en fluidos corporales como por ejemplo la sangre o la orina.
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